Alimentación inadecuada y mortalidad: estudio publicado por The Lancet.

Una dieta dieta inapropiada es factor de riesgo para las enfermedades no transmisibles (ENT). En este estudio se evalúa el efecto del consumo de alimentos y nutrientes en 195 países para relacionar el impacto de su ingesta con enfermedades no transmisibles, mortalidad y morbilidad.

Desde la última vez que se estudió, en 1990, las muertes asociadas a una mala alimentación han aumentado en 8 millones, aunque esto también se asocia a una mayor población.

De los 195 países, los tres primeros con menos muertes son Israel, Francia y España. Esto no se debe solo a los buenos hábitos sino a su sistema nacional de salud.

Realización del estudio.

  1. Selección de factores de riesgo: se seleccionaron 15 factores de riesgo, que debían cumplir criterios de inclusión como evidencia de relación causal riesgo – enfermedad y exposición generalizada en todas las poblaciones, entre otros. Determinaron una dieta inadecuada como:
    • Baja en: fruta, vegetales, cereales integrales, nueces y semillas, leche, fibra, calcio, omega – 3 marino, grasa poliinsaturada.
    • Alta en: carne roja, carne procesada, grasas trans y sodio.
  2. Medida de ingesta dietética en la población: se utilizaron distintas encuestas dietéticas, de presupuesto familiar, de disponibilidad nacional… de los distintos países. Es decir, no se tomaron solamente referencias de un tipo de encuestas, sino de varios.
  3. Efecto de los riesgos dietéticos en enfermedades: se revisaron distintos metaanálisis que relacionan la ingesta de ciertos nutrientes y alimentos con mortalidad y morbilidad.
  4. Nivel óptimo de ingesta: se definió un nivel óptimo de ingesta como nivel de riesgo de exposición que minimiza el riesgo de todas las causas de muerte en los resultados de los distintos metaanálisis.
  5. Muertes específicas por enfermedades y ajustado a los años de vida perdidos por discapacidad (AVAD). También se separaron los países por nivel sociodemográfico. Con estos datos se calculó el número de muertes y AVAD atribuibles a la dieta para cada enfermedad.

Resultados.

11 millones de muertes atribuibles a la dieta (1/5 de todas las muertes del planeta), de los cuales: 3 millones por alta ingesta de sodio, 3 millones por baja ingesta de cereales integrales, 2 millones por bajo consumo de fruta y el resto por otras causas.          Podemos observar el impacto de una dieta subóptima y su relación con enfermedades no transmisibles, mortalidad y morbilidad: estas muertes se relacionan principalmente con enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cáncer relacionados con la alimentación y diabetes mellitus.

Destacan la necesidad de mejorar la dieta en todas las naciones. Además, a partir de este estudio se implementarán intervenciones dietéticas basadas en evidencia científica para comprobar sus efectos en la salud.

Los autores afirman que una dieta inadecuada genera más muertes que cualquier otro factor de riesgo en el mundo. Por esto, recomiendan redefinir las campañas para las buenas prácticas en nutrición. Se deberían focalizar en aumentar el consumo de alimentos vegetales como cereales integrales, fruta, verdura, semillas, legumbres y frutos secos en detrimento de productos procesados y de origen animal, en lugar de en disminuir el contenido de azúcar o sal de algunos alimentos.

Las cantidades diarias recomendadas de nutrientes que propone este estudio son:

  • Frutas: 250 gramos.
  • Otros vegetales.360 gramos.
  • Legumbres: 60 gramos.
  • Granos integrales: 125 gramos.
  • Nueces y semillas: 21 gramos.
  • Carne roja: 23 gramos.
  • Carne procesada: 2 gramos.
  • Azúcar: 3 gramos.
  • Fibra: 24 gramos.
  • Calcio: 1,25 gramos.
  • Omega-3: 250 miligramos.
  • Ácidos grasos poliinsaturados: 11% del total de energía.
  • Ácidos grasos trans: 0,5% de la energía.
  • Sodio: 3 gramos expulsados por la orina.

Lo que podemos resumir a nivel dietético en:

  • No consumas ultraprocesados (llevan la mayor parte del azúcar y el sodio que consumimos con la dieta, además de las grasas de mala calidad).
  • Consume 2 o más piezas de fruta al día.
  • Consume al menos un plato de verdura en cada comida.
  • Consume una ración de legumbre y de frutos secos al día.
  • Consume cereales integrales (pan integral, avena, quinoa, amaranto, kamut, mijo, trigo sarraceno…)
  • Para consumir la cantidad de omega – 3 y calcio necesaria podemos recurrir al consumo de nueces, semillas de chía, verdura de hoja verde y crucíferas (de origen vegetal) o pescado y lácteos (de origen animal).

Como vemos, nada nuevo. Un poquito de voluntad política para dejar de publicitar alimentos basura no vendría mal, y un poquito de voluntad ciudadana para mejorar los hábitos, tampoco.

Os lo dejo resumidito en una infografía, que si también tenéis en instagram:

infografia-buena

 Bibliografía.

GBD 2017 Diet Collaborators*. Health effects of dietary risks in 195 countries, 1990–2017: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study. 2017. Disponible en web: https://www.thelancet.com/action/showPdf?pii=S0140-6736%2819%2930041-8

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